miércoles, 5 de enero de 2011

Descartando los argumentos "Las Crueldades del Ateísmo" de Peter Masters (VII)

Continúo con las entradas de I, II, III, IV, V y VI anteriores:

7. El Ateísmo es Arrogante e Impotente:

El ateísmo, al rechazar la valoración de Dios en las necesidades humanas, y sustituir a cambio sus propias ideas ingenuas, es cruel en su arrogancia. Y que nadie piense que ya hemos tocado el fondo de esto, ya que viene lo peor. Si las cosas se han deteriorado a tal punto en los últimos veinte años, ¿qué podemos esperar en los próximos veinte años? El ateísmo ha alcanzado el control de los principales centros de influencia de la sociedad, y su voz retumba por doquier. Lo peor está por verse. El ateísmo se ha apoderado de los medios, de la industria del entretenimiento, de la educación de los maestros, y profesiones que se dedican al cuidado y bienestar de las personas. El precio total en consecuencias sociales que se deberá pagar en el futuro, es difícil de estimar.


Explicación del vigésimo sexto argumento absurdo: La pregunta a realizarse es ¿será necesario valorar o aceptar la idea de la existencia de Dios (dios) para cumplir o satisfacer las necesidades humanas? o, mejor aún ¿aquellos que aceptan la idea de Dios (dios) cumplen o satisfacen mejor sus necesidades que quienes no lo aceptan? la respuesta nuevamente es que la generalización no cabe acá, ni un no o si es suficiente. Por otra parte, esas ideas ingenuas que propone el autor no son más que las nacidas espontáneamente de la acción social, de la necesidad de convivencia y, por lo tanto no son ingenuas, sino que responden a necesidades puntuales. Lo verdaderamente arrogante es considerar tener las respuestas absolutas, invariables e inmutables, algo que el común de los creyentes considera cierto en mayor o menor medida.

Por otra parte, el autor nuevamente pretende achacar al ateísmo la supuesta decadencia social generada en veinte años, sin explicar cómo saca esa cantidad de años y cómo la relaciona con la supuesta decadencia social. Aunado a ello, sería necesario preguntarle, tal y como ya se ha expuesto ¿y qué ha ocurrido con las bases cristianas de más de 2,000 años de vigencia?, ¿tan fácilmente sucumben a las ideas ateas?, ¿será que algo no responde a las necesidades sociales y por eso las personas rechazan los dogmas y normas absolutas?

Por último, el autor nuevamente asegura que el ateísmo ha copado los medios de comunicación sin que presente prueba y es que parece que para él, cualquier situación que no está acorde con sus ideas es consecuencia del ateísmo...

El ateísmo, a los ojos del Dios Todopoderoso, es un pecado horrible. Es cruel. Es orgulloso. Es un engaño. Es terriblemente caro. No produce consuelo. El ateísmo no puede hacer nada bueno por nosotros. No nos explica por qué estamos aquí. No es capaz de mejorar una sola vida humana, ni mejorar o edificar el carácter. Nadie ha experimentado una reforma del carácter moral bajo la influencia de algún plan o de alguna teoría propuestos por el ateísmo. Es incapaz de dar a los individuos algún poder sobre sí mismos y no puede llevar a alma alguna al cielo. El ateísmo es una fuerza indecente, incapaz de levantar o mejorar a nadie.

Explicación del vigésimo séptimo argumento absurdo: Que el ateísmo sea un pecado es obvio, las religiones no aceptan a quienes no comparten sus ideas y condenan lo que no está acorde con sus preceptos. Las demás son acusaciones sin fundamento:

El ateísmo no es cruel ya que no juzga ni condena, como sí lo ha sido la religión y lo ha demostrado con las persecusiones religiosas que aún hoy en día existen, con las conversiones a la fuerza, con la instrucción obligatoria de padres creyentes a hijos que muchas veces no comparten las ideas, con la exclusión de comunidades religiosas de creyentes que han pecado, etcétera, ejemplos hay y muchos.

El ateísmo es orgulloso de no estar sometido a mitos y dogmas, a las ideas indemostradas y preestablecidas que han servido para someter y manejar a todo tipo de personas. Es un orgullo bien ganado por que al ateo le cuesta, poco o mucho, librarse de estas ataduras y paga caro con el prejuicio social, laboral e incluso familiar. Por su parte, el orgullo mal entendido corresponde al creyente tal y como fuera expuesto en la entrada Luzbel y la verdadera soberbia humana

El ateísmo no es un engaño sino al contrario, espera que aceptemos la realidad tal cual es, sin medias tintas ni dioses benefactores invisibles.

El ateísmo no es caro sino que al contrario trae aparejada la necesidad de enfocar los pocos y limitados recursos que tenemos en lo verdaderamente importante y no estar perdiendo el tiempo en situaciones esotéricas y sobrenaturales.

El ateísmo no produce consuelo, eso es cierto ya que nos enfrenta con la realidad. Tampoco es su objetivo. Por su parte la religión trae consuelo, un consuelo derivado de un engaño pero ¿qué es más importante, estar consolados con base en mentiras o sabernos conocedores de nuestra realidad y nuestras limitaciones?, ¿cómo responder mejor ante la adversidad?

Por lo demás, el ateísmo no pretende hacer cosas buenas sino que es cada persona atea que deberá evaluarse y establecer si las hace o si su carácter se ha edificado o mejorado al ser ateo. Por mí parte puedo decir que al momento he logrado eliminar la necesidad de responder ante dioses y enfocarme en las necesidades de responder ante mis prójimos; hago cosas buenas porque es lo correcto, no porque seré premiados; he logrado entender (con lo poquísimo que sé) lo hermoso de nuestro mundo y conocer las explicaciones reales del porqué es así, pero sobre todo, me a ayudado a pensar, analizar y evaluar, formarme mí propio criterio y defender mi postura con base a argumentos.

completamente infundadas, mera berborrea sin base sólida.

En el contexto de su impotencia, la arrogancia del ateísmo es evidente en su audacia. Irrumpe ante el mismo Dios Todopoderoso y ventila su ira por las restricciones morales. Destrona nada menos que al arquitecto y constructor del universo. ¡El blanco de su ataque es el mismo legislador divino y Juez! ¡Grita insultos al gran diseñador y niega lo que es debido al dueño del universo, el legítimo propietario y Rey!

Explicación del vigésimo octavo argumento absurdo: Cabe apuntar que el autor se contradice al imputarle al ateísmo impotencia cuando 2 párrafos arriba dice que maneja los medios de comunicación y es el responsable de lo que para él es la decadencia social.

Lo demás expuesto no es nada más que ditirambos derivados de su creencia, nada que esté fundado más allá de su propia y subjetiva fe.

Espero finalizar esta maratónica exposición en una próxima y última entrada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

este tipo (vos no, sino el que escribe estas cosas sobre el ateismo) es evidentemente un prejuicioso y un ser ke gusta de culpar de todo lo que el considera malo a los ateos. Sin mencionar que considera malvados a los ateos por el mero hecho de ser ateos.
Solo falta que diga que los ultimos desastres naturales que azotaron al mundo fuesen culpa de los ateos.