jueves, 23 de febrero de 2012

"¡Te puedo matar si quemas mí Corán! es mí derecho"

La reacción del fanatismo musulmán respecto de la supuesta (no confirmada aún) quema de Coranes en una base militar ha acarreado protestas, la muerte de al menos siete personas ayer y al parecer hoy otras dos por disparos de un fanático. Esto es repetitivo. Queman coranes y hay muertos. Ya ha pasado. Creo que el Islam, como religión, atraviesa la etapa que el Cristianismo pasó durante la Edad Media. El Islam vive su propio Oscurantismo y eso acarrea todas las consecuencias que ya conocemos gracias a la historia: inexistencia de libertades referentes al dogma religioso, la idea del fanático que debe defender a su dios imaginario y la creencia que los demás, todos, están equivocados y que como defensor de la religión (la única religión) tengo no solo el derecho, sino la obligación de hacer respetar por cualquier forma, mis convicciones, no importando si tengo que morir o matar para ello... las Cruzadas son un buen ejemplo de lo que se vive hoy de nuevo.


Imagen tomada de Antena 3
También pienso que lo que ocurre es un clarísimo ejemplo de la constante religiosa que refleja una diferencia exponencial entre la falta y la pena, en la cual la segunda no responde como consecuencia lógica de la primera. La quema de un libro, por muy sagrado que sea, no justifica la muerte de nadie. Esta constante se presenta en todas las religiones: si cometes pecados y no te arrepientes, sufrirás para siempre jamás. Un incumplimiento temporal vs una pena infinita. Esto da por el suelo con la idea de un ser justo, benevolente o, al menos, amoroso como se nos pretende hacer creer que es dios, en cualquiera de sus "formas".

Otra situación que cabe resaltar es la hipocresía de la religión musulmana. En países donde son mayorías atacan, censuran, torturan, matan y discriminan pero en países donde son minorías, solicitan igualdad y respeto a sus creencias. Obvio es que lo segundo es lo que debe de existir, tanto en países minoritariamente musulmanes como en donde son mayoría, pero la situación no es así. Recordemos la regla: el religioso habla y defiende la libertad religiosa que se refiere a su libertad religiosa. La libertad de los demás le va floja y mientras más poder, mayor riesgo de abusos.

Hablando de otra cosa: parece ser que el Italia quiere cobrarle a la ICAR impuestos por las propiedades no dedicadas a las actividades religiosas. Bien por ellos, justicia distributiva: tratemos igual a los iguales y si la ICAR se dedica a hacer negocios, que se les cobre como a todos. A ver si se logra algo así en nuestros países.

6 comentarios:

David Osorio dijo...

Hola Señor de Xibalba!

Te hago un breve comentario: http://de-avanzada.blogspot.com/2012/02/el-islam-esta-empezando.html

Unknown dijo...

Ahora sí, los de la ICAR van a tener que hablar sobre lo que para ellos siempre han sido "calumnias" contra su santa iglesia de gente amargada. Ahora si salen las pruebas de lo corruptos (y ademas cinicos) que han sido y son. Y que les pasen la factura. Bien hecho. Saludos.

Ateo666666 dijo...

Pero es que esto es lo que tienen las religiones que se autoproclaman únicas y verdaderas, que todos los que no se encuentran dentro de ellas son considerados como subhumanos sin ningún tipo de derecho.
http://diario-de-un-ateo.blogspot.com/2011/04/quema-del-coran-o-las-bondades-de-la.html

Andreas von Hagens dijo...

Nada raro que dentro de un milenio, cuando haya pasado esta edad oscura y el islam sea otra religión (exactamente igual que sucedió con el cristianismo), no faltará el que diga que fue, por el contrario, una época de esplendor y santidad, y que fueron muchos los aportes a la ciencia y la cultura, bla, bla, bla.

Unknown dijo...

Aca el problema es que las personas en verdad creen que estan bien y creen que el respeto que promovemos los ateos es algo asi como que les reconocemos algo de su verdad. No es asi. Los respetamos pero en ningun momento les damos la razon.
http://ladivaenelespejo.blogspot.com/

Unknown dijo...

Hola, gracias David. Te respondo en tu blog