Tengo el derecho de escoger a mis empleados, eso es cierto. Sin embargo para que dicha decisión sea objetiva y NO discriminatoria, la misma se debe basar en relación respecto de la efectividad y preparación para el trabajo que se aplica.
Por ejemplo: si postulo un puesto para contador y se presenta a aplicar al puesto una persona contador público y auditor, que enmarca dentro de los requerimientos de la empresa pero no le contrato por ser calvo, lo discrimino. Del mismo modo, si lo hago por que la postulante es mujer, o es indígena, o es extranjero siempre y cuando cumplan con las condiciones de la contratación.
El motivo es sencillo ya que todos debemos tener las mismas oportunidades si estamos igualmente cualificados para un empleo. Es decir que si estoy en igualdad de oportunidades o mis calificaciones son mejores que los de otros postulantes, debo ser tomado en cuenta sin que influyan situaciones que no tienen relaciones directa con el trabajo a realizar.
Eso es lo lógico, lo correcto y genera seguridad laboral. El común de los humanos lo acepta porque este requerimiento de igualdad nace de las propias necesidades sociales ya que en caso no existir legislaciones que pregonen y regulen la NO discriminación, se generarían venganzas, recelos y violencia tal y como ha ocurrido en el pasado. Es por ello que el Estado debe dictar leyes que regulen (como debe ser) necesidades sociales ya ocurridas, como en estos casos.
Pero ¿quién le explica esto a la Iglesia? según Reuters:
El Papa Benedicto XVI confirmó el lunes que hará su primera visita a Gran Bretaña y criticó una legislación propuesta en ese país que podría obligar a las iglesias a contratar homosexuales o transexuales, contraviniendo los principios de su fe.
La justificación de dicha postura es la libertad de actuar de acuerdo a sus creencias, sin embargo existe un límite entre el marco de derechos de los individuos y de la propia comunidad versus y el marco de derechos de quienes tienen estas creencias.
Negar el derecho de trabajo a un ser humano basado exclusivamente en la preferencia sexual del postulante y en las creencias de quien postua, es ilegal y así debe ser decretado.
La Iglesia tiene derecho a tener sus creencias y de ejercerlas entre sus miembros pero cuando dichas creencias afectan los derechos de otros individuos se debe evaluar si se ejecutan en ejercicio de libertad religiosa o es, simplemente, discriminación pura y dura como en este caso.
Desafortunadamente la Iglesia pretende dar una imágen de respeto hacia la comunidad gay pero, eso sí, se meten en todo lo que les pueda beneficiar y esperan que no tengan relación alguna con ellos.
Esta situación se está dando en Inglaterra pero es una constante en todos los países y con casi todas las religiones ¿cuándo se aplicarán las normas que permitan una correcta convivencia social, no discriminatoria?, ¿todavía hay quien pretenda defender que las religiones fomentan la igualdad o la paz...?
3 comentarios:
Hola.
Creo que cuando las personas tengan la valentía para exigir sus derechos. Ya que ven a un clérigo (de cualquier religión) como una persona infalible, no lo ven como un humano que puede cometer errores de apreciación.
Creo que la discriminación se sigue practicando en todo el mundo.
En México no es la excepción se discrimina a los indígenas, a la gente de la tercera edad, a los gays, ect.
Un saludo.
Estoy por afirmar que la raíz de toda discriminación es originada desde la religión en nuestra temprana edad.
Corríjanme si me equivoco, estoy en un momento de muy poca reflexión.
Hola.
Querida Minerva, las gran mayoría de personas no ejercen sus derechos por que los desconocen. Creen, como dices, que los curas son infalibles y que las religiones son verdades absolutas. Por ello es importante hacerles ver que no es así ya que muchas veces es mera ignorancia y no mala voluntad.
Jubeca: en muchos casos es así y aunque no podemos generalizar no dudo que el sólo hecho de decir que una persona es mala por no ser de la religión que se pregona es discriminatorio.
Saludos
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