viernes, 13 de noviembre de 2009

Ley de Planificación Sexual guatemalteca: la Iglesia y su pseudoargumento


La Iglesia ha saltado a la palestra (junto con los demás religiosos) alegando que la Ley de Planificación Familiar en Guatemala atenta (entre otros aspectos) contra el derecho de los padres de informar sobre la sexualidad a sus hijos como estos crean conveniente.

Con este criterio la Iglesia NUEVAMENTE demuestra que pareciera, por que lo dudo, desconocer la realidad guatemalteca.

La Iglesia pretende asumir que los padres efectivamente dan educación sexual a sus hijos, lo cual NO es cierto en la mayoría, no digamos una objetiva educación sexual.

En el mejor de los casos, puede ser que en determinados círculos sociales (y que dudo que sea católicos), existan padres debidamente informados sobre estos aspectos que puedan a su vez ser agentes repetidores en su familia, proporcionando una educación sexual orientada a la responsabilidad sexual, objetiva y directa, sin los tabus religiosos que han puesto al sexo como algo malo y pecaminoso. Y no dudo que serán los menos.

Dicha afirmación la sustento en mí propia experiencia y en la observación de realidades sociales: Un país con un alto grado de analfabetismo y consecuente ignorancia sobre el tema, con un alto grado de violencia hacia la mujer, con un alto grado de "moralidad religiosa" donde la sexualidad es pecaminosa y donde existen tabus sobre los métodos anticonceptivos ¿qué educación sexual se habrá recibido y cómo podrá hacerse ver a los hijos?

Es cierto que los padres tienen el derecho de educar a sus hijos como mejor se les plazca, siempre y cuando exista una educación responsable ¿dudaríamos de la necesidad de regular la educación de otro tipo si los padres no la proporcionaran o la proporcionaran incorrectamente? no lo creo...

En el caso de la sexualidad no sólo no existe educación responsable: EN LA MAYORÍA DE CASOS NO EXISTE DICHA EDUCACIÓN.

La Iglesia pretende engañar y tergiversar los hechos, argumentando que ese derecho está siendo violentado, cuando en la gran mayoría de los casos nunca se ha ejercido o, cuando se ha hecho de forma incorrecta se ha generado más problemas de los que inicialmente existían tales como desinformación y prejuicios.

La Iglesia simplemente prefiere mantener a la población en la ignorancia (viejo truco de las religiones) con tal de mantener sus propios intereses y dogmas, sin importarle nada más que sus propios fines.

La Iglesia pretende que padres analfabetas, ignorantes y altamente supersticiosos y prejuciosos eduquen a sus hijos con base en... ¿en lo que la Iglesia permite? eso no es educación objetiva, sino reafirmación de la religión en un área donde no tiene nada que ver, con repercusiones sociales de alto impacto, o ¿acaso la Iglesia ha educado a los padres para poder asegurar una correcta educación sexual?... eso nunca.

Personalmente no dudo que es importantísimo tener cuidado con la injerencia del Estado en las decisiones del individuo, por lo que las funciones de entidades e instituciones como la Iglesia y sus copartícipes debería ser de reguladores y monitores de la forma en que se dará dicha educación sexual, no en opositores directos de una iniciativa que pretende informar y educar.

Estoy de acuerdo con que el actual Gobierno es uno de los peores de los que nos han tocado y que habrán, no dudo, muchos intereses bajo la mesa pero no por ello se debe generar una oposición intransigente que solamente nos mantendrá en el letargo, la ignorancia con las subsecuentes consecuencias para todos, consecuencias que son producto de mantener a la población sumida en la ignorancia.


En ese orden de ideas, resulta por demás interesante el artículo publicado hoy en la Revista del Diario de Centroamerica llamado "Mas que conservadores, doble moralistas" que pongo a continuación (clic para ampliar):

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