foto tomada de http://lucianoespecheilustraciones.blogspot.com/ |
Este blog se ha encargado de hacer ver los riesgos que existen cuando un Estado se ve influenciado por las creencias religiosas, basta con buscar. El costo de ello es alto en discriminación, violencia, abusos y demás violaciones a Derechos Humanos que conlleva que un Estado escuche a un grupo exclusivamente por sus creencias. El sólo hecho de hacer eso, excluye la igualdad entre las creencias de otro tipo y la que tiene preeminencia y por lo tanto es injusto. La Iglesia no tiene ni debe de tener potestad para orientar a Estado alguno ya que sus creencias propias, sus supuestas verdades, no necesariamente son aplicables a todos en la colectividad. Si bien es cierto existe libertad de expresión y libertad de culto, este no debe de influenciar el ordenamiento ni el funcionar dentro de un Estado de Derecho que debe de regirse por normas objetivas dictadas dentro del marco jurídico de aplicación universal y castigos preestablecidos.
Además, ¿quién autorizó a la Iglesia a velar por el orden justo de la sociedad? claro: ella misma. Sobra decir que ese "orden justo" va encaminado a cumplir con sus propias y subjetivas creencias que no son compartidas, en muchos casos, por demás miembros de esa sociedad. La Iglesia forma parte de la sociedad, no es superior a ella como pretende.
No señor Mamberti, a darle atol con el dedo a otros, acá ya estamos despertando y muchos estamos claros que los peores abusos en la historia de la humanidad se han dado en nombre de dios y la religión, especialmente cuando la Iglesia ha metido sus tentáculos en el Estado.
3 comentarios:
"Si bien es cierto existe libertad de expresión y libertad de culto"
Esto es incompatible con la ICAR ( como en otras) ya que esta no lo respeta y quiere interferir en la libertad de los demás de tener su propia creencia (o ninguna) intentando imponer sus dogmas a todos los "herejes" inmiscuyéndose en el estado basandose en su mayoría , ya escasa ya que sus creyentes cada vez son más culturales que por respeto a sus dogmas.
Buen post Xibalba
Gracias por el comentario, de hecho el Vaticano ni siquiera se ha tomado la molestia de refrendar la declaración universal de derechos humanos, entre muchos otros. Desafortunadamente esos derechos le corresponden a los individuos y, por lo tanto, a quienes debemos reconocérselos es a los curas y demás, no a la ICAR y obviamente, por respeto a nosotros mismos, no podemos tratarlos igual. Saludos
Buff, menudo elemento. Justamente acabo de leer un libro que habla sobre esto, el Contra los dioses, de AC Grayling. En él, defiende como la idea de que el credo religioso merece respeto por sí mismo y hay que tratarlo con guantes de seda está más que pasada de moda... Os recomiendo su lectura. Saludos, amigos.
Fernando
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