
“Dios mio, tened misericordia de mí, y si tú quieres que yo muera, moriré; y si tú quieres que viva, libradme de mi cruel padre” Viendo que el niño seguía vivo lo mando a arrojar a una hoguera, lo apuñaló y el niño le dijo a su padre: “No pienses que estoy enojado, porque yo estoy muy alegre, y sábete que me has hecho más honra de los que vale tu señorío”." (catholic.net)
Suponiendo que la historia sea real, magnificar la salvaje muerte del niño a manos de su padre confiréndole a éste la beatificación es una aberración. Se traslada la idea que con tal de defender una creencia todo vale. Vejar las creencias ajenas no importa ya que tenían el derecho de destrozar los ídolos de su padre. Sufrir o hacer sufrir o otro, matar o morir por defender la fe es permitido ya que las glorias postmortem son mayores a los sufrimientos... lo triste de ello es que de esas glorias no hay más pruebas que lo que predicaron los frailes al niño. Triste, absurdo y terrorífico.
No se pierdan la próxima entrega de los santos y sus historias de terror...
2 comentarios:
Acabo de leer en otro blog que en la capilla de la Universidad Complutense un grupo de damas cantó pullas contra la iglesia y por eso se las considera blasfemas, odiosas, irrespetuosas etc. Ahora bien, cuando es un bautizado el que eso hace contra otras religiones se lo beatifica ...
Si, pero conste que primero debe morir de la forma más salvaje que se pueda... mientrás más sádico sea, mejor.
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