La falacia radica en pretender que como la vida tiene que tener un propósito, ya que resulta absurdo estar viviendo una vida sin uno, ese propósito debe ser algo general para todos. Algo impuesto por otra persona, obviamente un ser sobrenatural.
Lo que el creyente olvida es que efectivamente la vida tiene un propósito, pero es el que cada uno debe darle a la suya.
Al respecto, del canal de librabiertO en YouTube, la idea de Ayn Rand:
1 comentario:
Genial como siempre.
En lo particular, me encanta pensar que mi vida no tiene propósito.
Y de tenerlo, los demás se encargarán de frustrarlo.
¡Je je je!
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