Ha sido nota relevante la "invitación" que ha hecho Benedicto al llamar a las filas de la Iglesia Católica a todos los anglicanos conservadores. Creo que cada institución es libre de hacer este tipo de "ofertas" con tal de atraer incautos: los protestantes ofrecen una salvación más sencilla, los budistas ofrecen sus ideas como filosofías de vida, los mormones más mujeres, los testigos de Jehová ¿comprar Atalayas?, ¿no aceptar transfusiones?... en fin, allá cada quien que se deje embaucar.
La cuestión es que el llamado ha tenido eco y ya se ha unido al catolicismo medio millón de anglicanos, dentro de los cuales hay sacerdotes anglicanos que serán reconocidos como tales y que tienen mujeres e hijos... total ¿qué más da si finalmente lo que cuenta es el ingreso ($)?... , sin embargo ese no es el tema de la entrada sino que finalmente, lo triste de todo ésto es que parece ser que es mucho más sencillo unir fieles de distintas creencias por sus prejuicios, que por sus similitudes:
La propuesta nace producto de discrepancias dentro de la Iglesia Anglicana sobre la ordenación de mujeres-sacerdotes y gays-obispos, situaciones que ya se vienen dando dentro de dicha institución y que es aprovechada oportunamente por Benedicto para hacer el llamamiento.
En otras palabras, en la Iglesia Católica se agruparán las personas que están en contra que mujeres y gays formen parte de la esfera de poder de cada una de las instituciones (católica y anglicana), generando una super iglesia discriminatoria.
Alegarán los creyentes que la Iglesia Católica pone sus propias reglas y que deben ser respetadas, por lo que no ordenar mujeres o gays es una norma indiscutible. Eso está muy bien, pero el problema no es ese, sino que en la Iglesia Anglicana sí estaban permitidas dicha ordenaciones y quienes salen de ella sí son discriminadores que prefieren renunciar a una religión, su religión, con tal de mantener sus prejuicios. De allí deviene que la Iglesia Católica, al llamar y aceptar a dichos discriminadores, sea quien acuñe la misma, fomentando la discriminación respecto de quienes formaron parte de la Iglesia Anglicana.
Hoy, más que nunca, se hace ad hoc el dicho: Dios los cría y el Diablo los junta...
Hago ésto como simple ejercicio ya que para mí ambas instituciones deberían desaparecer, por lo que no estoy a favor de la Iglesia Anglicana.
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