Benedicto en República Checa y el chiste de la hormiga y el elefante

Benedicto anda por República Checa, tierras "ateas", tratando de regresar al redil a todas las ovejas perdidas ya que ese país tiene uno de los mayores porcentajes de agnostícismo y ateísmo en Europa.

Obviamente, como la tendenciosa católica ACI Prensa menciona, la Iglesia ya sabe que es lo correcto, lo indispensable y sobre todo la "respuesta" del ser humano:

El Santo Padre recordó a los jóvenes las palabras de San Agustín, cuando afirmaba que "el corazón de todas las personas está inquieto hasta que no encuentra realmente lo que busca". Y Agustín descubrió que "solo Jesucristo era las respuesta satisfactoria al deseo, suyo y de cada ser humano, de una vida feliz, llena de significado y de valor"

Siendo así ¿para qué pensar? ya la respuesta la tiene la Iglesia y basta con permitirles decidir y pensar por tí, total, eso de pensar es bastante "pecaminoso" al final de cuentas y para la Iglesia el buen creyente es aquel que no pregunta, no comenta y no piensa. Mientras menos pensante, mejor creyente.

Por cierto, el chiste va así:

Unas hormigas estaban muy molestas con un elefante que pasaba siempre destrozando el hormiguero y haciendo gran ruido.

Entre todas hacen un plan de modo que deciden subirse a un árbol y atacarlo cuando pasara por el lugar.

Cuando el elefante pasó por debajo de las hormigas, todas saltaron sobre él y empezaron a morderlo. Sintó el elefante y se sacudió a todas... todas excepto una que le quedó en el cuello.

Al ver a la hormiga en el cuello del elefante, todas sus compañeras le empiezan a gritar: ¡ahorcálo! ¡ahorcálo!...

La cuestión es que eso me imaginé al ver a Benedicto y la araña del vídeo: ahorcálo... ahorcálo...



Que conste que el parangón no es coincidencia ya que la Iglesia representa al elefante que se ha dedicado a mantener en la ignorancia a las hormigitas (todos) pero luchar contra eso es muy difícil, casi imposible.