viernes, 22 de mayo de 2009

El pseudo argumento "Todo cabe en lo posible"


Uno de los argumentos de quienes consideran el ateísmo como idea fundamentalista o sin base o radical, es que según ellos resulta imposible conocer todo, por lo que no existen verdades absolutas y en ese orden de ideas, es incomprensible negar la existencia de dios.

En otras palabras utilizan el pseudo argumento de “Todo es posible. Siempre y cuando no se demuestre que no existe, es posible su existencia”.

El caso es que dicho razonamiento adolece de una serie de incoherencias, inexactitudes y sesgos que presento:

1. Para considerar las posibilidades o probabilidades de la existencia de algo es necesario establecer qué es ese algo. En este caso resulta ridículo afirmar que cualquier cosa puede existir o que un algo indefinido es capaz de existir siempre y cuando no se demuestre lo contrario, porque el caso en concreto se pretende determinar la posibilidad de existencia, no de cualquier cosa, sino de dios.
En otras palabras se utiliza una generalización que no es adecuada en virtud que se está estudiando un sujeto en específico.
Por dicho motivo es importante definir objetivamente qué es dios lo cual resulta ser sumamente complicado y, según tengo entendido, no ha sido posible hacer a la fecha.
En este punto tenemos que recalcar que NO se ha definido objetivamente que es dios, por lo que establecer las probabilidades o posibilidades objetivas de existencia de un dios indefinido variará de 0 a infinito dependiendo de lo que consideremos oportuno aplicar a dicha definición.
En el peor de los casos simplemente se dice que dios es probable sin establecer previamente qué cualidades hacen que éste dios sea considerado probable; en otros casos se define lo que se considera que es dios, por lo que desde allí se determinarán las probabilidades o posibilidades basadas en datos subjetivos que finalmente resultarán ser engañosas, variables y acopladas a sesgos subjetivos en la definición de dios, en virtud que no existe una definición objetiva que pueda ser comprobada, por lo que las conclusiones serán igualmente subjetivas.

2. La lógica señala que la idea de un ser sobrenatural no sujeto a las leyes de la física y al que nadie a probado haber visto, oído, sentido, olfateado o tocado es imposible a menos que, en este caso, sea demostrado como posible.
De hecho en cualquier procedimiento que se inicie para determinar la lógica de la idea de algo, previamente debe partirse de una premisa que defina que es ese algo. En este caso debes definir que es dios. Dicha situación ya quedó determinada anteriormente como imposible al momento. En todo caso existen definiciones de los supuestos atributos de dios, más no de su esencia, en su naturaleza.
Por si eso fuera poco, sus atributos no encajan en ningún proceso lógico toda vez que desgraciadamente no existe nada que sustente la existencia de un ser con atributos sobrenaturales fuera del campo físico o natural o, la existencia de otro "algo" que se le parezca y podamos comprobar para poder establecer alguna relación y/o darle el beneficio de la duda al existir un par. No hay pruebas, ni existen indicios al respecto.
Tenemos dos aspectos que nos hacen ilógica la idea de la existencia del dios:
- No puedes definir su esencia para dar pié a un proceso que permita determinar la viabilidad de la idea.
- Sus atributos (que es lo que supuestamente conocemos) no se parecen a nada existente ni existen pruebas o indicios que sustenten dichos atributos.
Por si fuera poco al realizar un simple silogismo se puede determinar que falta, al menos, una premisa para concluir per se, -sin invocar terceros y/o situaciones accesorias-, la idea de la existencia de dios ya que no cumple al menos con este simple requisito de lógica:
Normalmente se incurren en una serie de falacias por parte de quién afirma la probabilidad de existencia como por ejemplo: Falacia de petición de principio; Falacia de los cuatro términos; Falacia del argumento de la ignorancia; Falacia de trifurcación; Falacia non sequitur; Falacia del consecuente; Falacia de la composición; Falacia de generalización precipitada; Falacia de apelación a las consecuencias; Falacia de "pensamiento deseoso"; Falacia de conversión de juicios universales afirmativos (1)

Si aunado a todo ello y yendo al campo práctico se encuentra con que no existe una sola prueba de la existencia del dios la conclusión es que es ilógica la existencia de dicho ser.

3. No todo es posible o, al menos, no todo es posible en nuestra concepción de la realidad.
En el campo de las ideas o la imaginación es aceptable reconocer que éstas no se rigen por leyes físicas, químicas, biológicas, etcétera por lo que la gama de cosas que podamos idear o imaginar son infinitas, pero éstas no incurren en los supuestos que nos permitan definirlas directamente y sin lugar a dudas, como posibles o probables en nuestra realidad.
Aquello que no es parte de la realidad no es existente a menos que se demuestre lo contrario, es decir que existe en nuestra realidad.
Mientras eso no ocurra la negación de cualquier afirmación que conlleve la supuesta existencia de algo no sujeto a la realidad será falsa a menos que se presenten pruebas que demuestren lo contrario.

4. No hay motivos para considerar que existan campos supraterrenales o sobrenaturales no regidos por leyes del campo natural o que éstos están fuera incluso del campo de las ideas. No existe una sola prueba que los sustente.
Para aquellos que consideran que dios existe en dicho mundo supraterrenal o sobrenatural previamente deben demostrar la existencia de dicho mundo y, única y exclusivamente después de hacerlo, demostrar que dios existe en él.

5. Existen estudios comprobados y realizados de forma científica que determinan cómo y porqué antropológicamente se ha desarrollado la idea de dios sin que se haya habido un solo indicio de una existencia real de dios; del mismo modo existen estudios científicos que han determinado la función cerebral en la generación de la idea de dios.
Dichos estudios establecen que existen motivos sustentados para considerar que dios ha sido generado por las necesidades del hombre de darse explicaciones de respuestas que no conoce.

Aunado a ello las personas que alegan que el ateísmo es radical al negar la existencia de dios, obvian que el ateísmo es una reacción a una afirmación categórica: “dios existe”. Por dicho motivo la negación de la idea “dios existe” debe tomar en cuenta cada caso en específico y adecuarse a cada una de las definiciones del dios del cual se alega la existencia, evaluando cada una de ellas.

En otras palabras: debido a que el ateísmo no se basa en fe o creencias, debe evaluar cada uno de los supuestos dioses para determinar si efectivamente cumplen con la condición de ser improbables y/o imposibles en su existencia real.

Por dicho motivo la negación es correcta toda vez que se dedica a cada una de las definiciones, las cuales son evaluadas y en cada caso en particular se demuestra que no existe probabilidad o posibilidad objetiva, ni proceso lógico correcto que pueda llevar a concluir la existencia de dicho ser.

Asimismo y en virtud que hasta el momento no existe una sola definición objetiva de dios que pueda incurrir en la categoría de cierta, la negación general de la idea “dios existe” es correcta.

Derivado de lo anterior resulta falso que el ateísmo sea una idea sin base o que la negación es incorrecta y que se sustente esa idea en la falaz concepción de todo puede existir o todo es posible o probable a menos que se demuestre lo contrario.

Si se define al dios del cual se alega la existencia se puede demostraré lógicamente que es correcto negarla, así como las probabilidades o posibilidades de existencia real y objetiva.


(1) Falacias tomadas de: Blog ateomilitante


1 comentario:

Minerva dijo...

Creo que todo es querer aferrarse a la ilusión de sentir un apoyo que a veces no encontramos aquí. Es duro reconocerlo y aceptarlo, es el porqué de la fe.