jueves, 23 de abril de 2009

El idiota útil religioso. Parte I.


El término idiota útil es utilizando en distintas ciencias políticas y sociales. Supuestamente fue acuñado por Lenin.

Es oportuno resaltar que no es un insulto ni un menosprecio (como en varias ocasiones se me ha recriminado por usarlo), sino que constituye un término para definir a ciertas personas que son utilizadas para actuar en cumplimiento de situaciones que desconocen efectivamente.

Santa Wiki nos brinda una definición bastante coherente:

El tono utilizado al definir a un "idiota útil" sugiere que éste último es en realidad un ignorante de las motivaciones ocultas de quienes se aprovechan de él, a tal punto que termina involuntariamente por favorecer el avance de una causa (usualmente política) adversa a sí mismo o a sus propias creencias, la que obviamente no apoyaría si estuviese mejor informado o analizase más a fondo esos hechos subyacentes.


Una vez delimitada el alcance del término podemos mencionar que las religiones ha creado idiotas útiles para lograr mantenerse y sobre todo, difundirse a través del mundo.

Practicamente todos los creyentes que apoyan una religión caen en la definición de idiota útil ya que sin saberlo han sido creados y construidos para no pensar, no refutar, obedecer o, en su defecto, ser castigados.

¿No me crees? te lo compruebo:

El periodista Hugo Sirio redactó un texto bastante interesante denominado:

"Como construir un idiota desde el poder", donde presenta 10 puntos que serán estudiados al caso en concreto:

El poder precisa de algunos elementos poco deseables pero suficientemente necesarios como para sostenerse. Conozca como se debe dirigir la estrategia desde ese poder para contribuir a la dominación de la masa a través de la figura del idiota útil...

1- Márcale ideas sencillas que a primera vista parezcan justas, sin importarte que, en el fondo, no lo sean. Hay que repetirlas, repetirlas y así hasta el cansancio.


En esta entrada me referiré exclusivamente a las religiones basadas en el cristianismo y, consecuentemente en la Biblia.

Las iglesias a que nos referimos ha determinado distintas normas basadas en la Biblia, el manual que contiene todo lo que debe saberse para ser un creyente. Además de las normas propias de cada religión, en todas existen ideas sencillas, constantes y repetitivas, siendo algunas de éstas:

1. Dios: Omnipotente, Omnipresente, Omnisciente, Omnibenevolente y Justo. Solo a Éste debemos adorar (1 y 2 Mandamiento) y el incumplimiento a este precepto presupone la muerte espiritual y la condenación eterna.

Todo creyente debe confiar en Dios ya que Él sabe que hace de ti, tiene un plan para ti desde antes de tú nacimiento, que tú desconoces, pero que es importante y solo a través de él puede salvarte.

Pese a ello, Dios nos ha brindado de libre albedrío por lo que finalmente es el creyente quién decide y si se condena es por su propio deseo, nunca por Dios.


Muchas de las cualidades que se le confieren a Dios son contradictorias entre sí. Dios no puede ser Justo, y Omnibenevolente o Justo y Omnisciente, Omnipresente y Omnibenevolente o Justo, a la vez, por ejemplo.

Tampoco resulta ser justo que Dios tenga prefijado un camino desde el inicio del tiempo para todos: ya sabría quién está condenado y quién no, lo que además resulta ser incoherente con el libre albedrío.

Pese a ello, el creyente acepta que existe Dios y que cuenta con todos los atributos que se confieren.

Que solo Dios sabe y conoce el camino que nos tiene y solo en Él se puede confiar. Cuantas veces no escuchamos las frases: si Dios quiere o si Dios nos lo permite o gracias a Dios que son ideas prefijadas en la mente del creyente y que son repetidas sin pensarlo.

Para seguir leyendo clic en:

2. Pecado original: todos venimos marcados por el pecado original, por lo que para salvarnos debemos formar parte de una iglesia, bautizandonos y cumplir con las normas de ésta.

Resulta obvio que no es justo, bajo ningún punto de vista, que cualquier persona deba pagar por "pecados" que no he cometido, sin embargo el creyente acepta sin chistar que es pecador desde su nacimiento y que debe de enmendar algo que no ha hecho cumpliendo con normas prefijadas (bautismo) que no han demostrado relación entre el supuesto pecado y el remedio propuesto.

3. La fiabilidad absoluta de la Biblia como palabra de Dios: La Biblia contiene la Palabra de Dios. Todo en ella fue inspirado por Dios y por dicho motivo contiene sus designios.

Todas las creencias que estamos tratando se basan en la Biblia. Obviamente sin prueba alguna de su origen divino y obviando las múltiples contradicciones que contiene.

Sin embargo obliga al creyente a considerar como cierto todo lo en ella está plasmado, debiendo por dicho motivo cumplir con dichos preceptos.

4. Solo quienes creen en Dios pueden salvarse. Sí tú no crees en Dios, serás condenado.

Dicho precepto obvia a todas las otras creencias y religiones del mundo, considerando que todos aquellos que no crean en el Dios de la Biblia serán condenados lo que finalmente sería injusto para otros creyentes que al igual que éstos, cumplen con los preceptos propios de la religión.

Como puede establecerse hasta el momento, las religiones basadas en las creencias cristianas han inculcado a sus creyentes ideas que no son justas para ellos pero que son aceptadas indiscutiblemente y han sido repetidas de tal modo que no hay uno solo que las desconozca.

En una próxima entrada evaluaremos el siguiente punto:

2-Invéntate un enemigo poderoso que amenace la existencia de todos a los que quieras manipular. Llámese capitalísmo, globalización o un Estado opresor de tus viejas y "justas" costumbres. ... siendo en este caso El Diablo.



2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola, interesante, quisiera saber si puedo empezar a comentar (ya lo hice), o debo esperar a que concluyas con todas las partes de la serie?

Saludos.

Unknown dijo...

Comenta lo que desees, cuando lo desees.

Saludos.