jueves, 5 de febrero de 2009

La inaudita conferencia: "Los Derechos Humanos en el Magisterio de Benedicto XVI"



En este diario leí la siguiente nota que francamente me molestó, les comento los motivos:




El secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, ha defendido hoy la dignidad y la vida del ser humano "desde su concepción hasta su ocaso natural", y ha pedido para la misión de la Iglesia en el mundo la "misma actitud de respeto y autonomía" que ella muestra, ha dicho, hacia los poderes políticos.


Así es, Tarcisio Bertone pide respeto y autonomía de los Estados hacia la misión de la Iglesia y además



"... el cardenal ha negado "injerencia indebida" de la Iglesia en la actividad legislativa, "propia y exclusiva del Estado", cuando aquella se pronuncia sobre problemas morales, sino que "afirma los grandes valores" de la vida humana y su dignidad."

En otras palabras si se meten pero cuando lo hacen es por que "afirman los grandes valores" según su entender y lo que les conviene... obvia tergiversación de términos basada en la supuesta "cualidad divina" de la Iglesia, en la cual se escudan para poder inmiscuirse en asuntos que no son de su incumbencia... Pero es no es todo:

La Justicia sólo puede alcanzarse con un previo respeto a los Derechos Humanos y a la dignidad natural de cada persona "con independencia de la fase de su vida en que se encuentre", ha recalcado.


¿Derechos Humanos? se atreven a mencionarlos cuando la Iglesia ha ignorado los derechos humanos ni siquiera ha firmado la Declaración de Derechos del Hombre vaya desfachatez...

Mientras más leía, más me molestaba:

Bertone ha reiterado que la vida familiar está fundada sobre "el matrimonio de un hombre y una mujer, unidos por un vínculo indisoluble, libremente contraído".

Por que la familia es y deberá ser como la Iglesia la reconoce y, es mejor ignorar familias monopaternales, por ejemplo, dejándolas fuera de lo que es aceptable.

Además:

Bertone se ha referido a la libertad religiosa como derecho "primario e inalienable", y condición "primera e indispensable" para la paz.

"Querer imponer, como pretende el laicismo, una fe o una religiosidad estrictamente privada es buscar una caricatura de lo que es el hecho religioso", ha subrayado.

Así, el Estado "no puede impedir la práctica pública de la religión sobre todo cuando la libertad religiosa contribuye de forma decisiva a la formación de ciudadanos auténticamente libres".




Al parecer a Bertone se le olvida que la primera condición para la paz no es la libertad religiosa, sino el respeto al individuo, el cual a la Iglesia le viene sobrando.
Además, la libertad religiosa es un derivado directo de la libertad de expresión que tenemos todos, creyentes o no.
Por otra parte, el Estado debe velar por el respeto de TODOS los derechos de TODOS los individuos, creyentes o no. De este modo, si la libertad religiosa se torna un abuso de derecho, el Estado está facultado Y OBLIGADO para restringirla. NO es un derecho absoluto.


También



Ha indicado que los derechos humanos son "verdaderamente supranacionales" pues están "por encima de la política y también por encima del Estado-nación", y "ninguna minoría ni mayoría política" puede cambiarlos.




¿Y, sobre la Iglesia? ¿están sobre la Iglesia los derechos humanos que aún no han sido reconocidos por ella ?... obviamente ellos no aceptarán las "leyes del hombre" sobre los "designios divinos" pero tratando de salir en caballo blanco, como dice el refrán, el



".... cardenal Antonio María Rouco, el secretario de Estado del Vaticano ha repasado la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que ha cumplido 50 años, y ha evocado declaraciones textuales de varios Papas, principalmente de Benedicto VI."



Esto fue de mal en peor ¿Rouco? quién dice que debe limitarse la libertad de expresión y que esta debe ser tutelada, ¿habla de derechos humanos?... ¡inaudito!

Estas declaraciones ponen de manifiesto la total desfachatez de la Iglesia, pero sobre todo, que lo que digan no importa ya que sus borregos dirán "si" a todo sin ponerse; sin pensar, sin meditar, solo aceptando y sin medir si existe mínima lógica en alguno de los argumentos.
Todo lo anterior sin tomar en cuenta la postura en contra del aborto y la homosexualidad... para no ser repetitivo.




En resumen: para la Iglesia Católica debe entederse y aplicarse los derechos humanos en lo que ha ellos les convenga.

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