Hoy, día de los inocentes, sale publicada en BBC una interesante nota titulada No se moleste, las inocentadas nos ayudan como especie, la cual nos expone algunas hipótesis que tratan de explicar el sentido del humor y la risa. Siempre me ha llamado la atención porqué nos reímos, en este blog ya hemos expuesto algo al respecto y prácticamente no queda duda que es producto de nuestra evolución y que compartimos el humor y la risa con otros homínidos.
La burla, el sarcasmo, la ironía son formas de humor algunas veces mal entendidas o mal expresadas, más "evolucionadas", pero humor al fin. Lo que nos parece gracioso en cierto tiempo y circunstancia puede no serlo en otra, un cristiano se puede reír de un chiste de Mahoma, pero sentirse vulnerado por uno de Cristo o a un musulmán puede serle graciosa una burla de la Virgen María pero ofenderse por la sola representación gráfica de su Profeta. Pero ¿es motivo suficiente blindar una creencia religiosa de las burlas o sarcasmos simplemente por que lo es? la respuesta debería ser no, pero desafortunadamente no es así, en muchos países se pena el "irrespeto" a la religión, tratando situaciones meramente subjetivas y de valoración individual, de forma objetiva sin base real y cierta ya que para lo que unos será ofensivo, para otros será un simple chascarrillo.
El artículo de la BBC nos presenta una hipótesis que daría por el suelo con estas penas objetivas: "... los chistes escritos y muchas otras situaciones cómicas se basan en una incongruencia, algo que no está bien, que no es lógico. En muchas bromas, el narrador cuenta una historia llena de disparates y la remata con un final que la gente no espera."... Y que más situaciones ilógicas, incongruencias y disparantes que las que obran en las propias religiones: dioses que nadie ha visto pero que nos dicen qué hacer, cómo y cuándo, vírgenes que se embaraza, hombres que mueren pero que no mueren, ángeles y demás seres fantásticos que se pelean en un mundo mágico por quedarse con un alma eterna, paraísos donde el león pasta con la oveja y la serpiente con el niño come verduritas... vamos, que con tantos absurdos las historias religiosas son la mejor preparación que se haya generado para un chiste, sólo falta ponerle el final y el creyente lo sabe y se ríe de (o al menos le parecen ilógicas, absurdas o cómicas) las creencias de otros: qué es eso de pensar que existen vírgenes en el paraíso dispuestas a orgías infinitas... qué es eso de no comer vaca y adorarla como dios en un país que se muere de hambre... qué es eso de considerar que hablar como locos es don de lenguas... qué es eso de andarle contando los pecados el curilla de turno o creer que un pedazo de pan es carne y un poco de vino es sangre real... qué es eso de no hacer tranfusiones de sangre o no tomar café... claro que son graciosas las creencias, siempre y cuando no sean las tuyas ¿no te parece?
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