lunes, 13 de abril de 2009

Los errores del Creador: El Babirusa

Tanto los Creacionistas como los que abogan por el Diseño Inteligente, consideran -a grades rasgos- que ha existido un Ser (Creacionismo) o uno o más Seres (Diseño Inteligente) que ha creado nuestro Universo y, consecuentemente, todo lo que en él existe. Para los efectos de esta entrada denominaré a dicho Ser o Seres como el Creador.

Pues bien, de la simple observación podríamos concluir que: o el Creador no se tomó el tiempo necesario para todas sus creaciones; o, el Creador no es tan perfecto como se le pinta; o, simplemente dicho Creador no existe, toda vez que existen "errores" en sus creaciones, algunos demasiado obvios como para dejarlos pasar sin mención.

Por dicho motivo he decidido hacer una recopilación de algunos "errores" obvios de la "Creación".

El primero de dichos errores es el babirusa (Babyrousa babyrussa).

Este cerdo originario de islas Célebes, en el centro de Indonesia, debe su nombre (que significa cerdo ciervo) a sus colmillos.



Los colmillos de dicho cerdo crecen de forma desmedida, perforando el cráneo y curvándose para, en algunos caso, perforar nuevamente el cráneo de regreso.

¿La utilidad de dichos colmillos? ninguna.

Esta situación nos lleva a las necesarias preguntas:

¿Por qué el Creador, al crear al babirusa, decidiría hacerlo sufrir de tal modo que sus colmillos perforaran su cabeza sin ningún motivo? supongamos que es para llamar la atención del sexo opuesto ¿no hubiera sido menos sádico que el Creador le hubiera dado plumas como los pavorreales? supongamos que es para defenderse ¿no habría sido menos doloroso darle cornamenta como a los ciervos?... o ¿será que simplemente le caen mal los cerdos...?


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