Si crees en Dios serás feliz y tendrás prosperidad.
Persona con sentido común:
Muchos no creyentes son felices y tienen prosperidad, por lo que no existe una relación lógica entre la creencia y el bienestar. Si bien algunos estudios reflejan una mayor complacencia de los creyentes respecto de sus estatus o que incluso son más felices, esta felicidad se deriva de una ilusión que presupone la existencia cierta e irrefutable de Dios, un paraíso o un más allá en contraposición de un continúo miedo a irse al infierno o ser castigado por no hacer bien lo que Dios manda. Respecto del bienestar tiene razón, pero solo para aquellos cuya profesión es "servidor de Dios" (curas, pastores, etcétera) por que para los humanos normales no existe ningún inidicio que demuestre mayor prosperidad a mayor creencia.
Creyente fanático:
Ehmmm... ¿qué...?
Las razones dadas para soportar una afirmación son irrelevantes o no correladas.
Ejemplo:
Decir: "Tengo miedo al agua así que mi deporte será el puenting" o "me gusta conducir por eso me compro un Toyota". En cualquiera de los casos comprarse un Toyota o hacer puenting no depende directamente de la razón dada ya que hay muchos más coches o deportes que se han descartado.
Recomendación:
Aprender a reconocer cuando los argumentos están soportados por razones irrelevantes. Este tipo de falacia es muy importante por lo común y generalizada que está. Esta falacia evita tener claros los motivos, incluso para la propia persona, por lo que se hacen las cosas. Es usual verla con el auto-engaño.
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