Fanáticos letales

Cuando las creencias absurdas sobrepasan el ámbito personal ocurren problemas que pueden, incluso, costar la vida de quién la tiene o de inocentes terceros:

El primer ejemplo de hace tres días cuando en un avalancha de gente que quería ver a Benedicto XVI en Angola, murieron 2 jóvenes y más de 80 personas resultaron heridas. Esto me impactó y me genera varias dudas: ¿habrán ganado algo por morir de ésa forma? partiendo de sus creencias ¿incurrirán en la calidad de mártires al haber muerto al ir a una presentación del Papa? ¿es esa una manifestación de la fe -lo pregunto porqué no están defendiéndola- o simplemente mala suerte? la Iglesia podría aclararlo ¿lo hará?

¿Qué ocurriría con todos los otros fanáticos causantes de su muerte? son indirectamente responsables de dos homicidios ¿estarán conscientes de ello?

El segundo ejemplo es la triste historia del piloto tunecino que se puso a rezar en una emergencia en vez de hacer los procedimientos de emergencia por desperfectos en el medidor de combustibles. El resultado: 16 personas muertas. Este al menos fue sentenciado a 10 años de prisión.

Dos creencias distintas cuyo fanatismo ha costado vidas humanas PERO lo realmente impactante es que estamos acostumbrados a ligar la muerte por cuestiones religiosas con guerras santas y demás, sin embargo el fanatismo ocurre en todo tipo de personas que vemos como normales, como nuestros vecinos, que pueden ser capaces de hacer o dejar de hacer algo que se refleje en costos de vidas humanas.

Ocurre aquí y ahora y todos los fanáticos con peligros en potencia y no son necesariamente miembros de grupos terroristas ni radicales que viven en cuevas.

Cuando se cambia el raciocinio por creencias ciegas en seres invisibles se cometerán errores, algunos irreparables.