viernes, 12 de noviembre de 2010

Artículo recomendado: ¿Hasta cuándo? de Fernando Savater

"Han preferido el deshonor a la guerra y ahora tendrán el deshonor y la guerra",  dijo Churchill en una ocasión famosa; podríamos parafrasear sus palabras para aplicarlas a las circunstancias de la visita de Benedicto XVI a España: nuestras autoridades renunciaron al laicismo democrático para no pasar por anticlericales y ahora se ven sin dignidad laica y encima tachadas de anticlericales por el beneficiario de su abandono de los principios.


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Así inicia el artículo de Fernando Savater publicado ayer en ElPaís.com, llamado ¿Hasta cuándo? y es que la queja de Savater es entendible: los gobernantes españoles invirtieron millones de euros para que la visita de Benedicto a España fuera de su agrado y del agrado de los católicos, se preocuparon por su seguridad y decidieron rendirle tanto honores de Jefe de Estado como de representante religioso, todo ¿para qué? pues para que un malagradecido Benedicto se quejara de las políticas estatales y de algo que afortunadamente no le corresponde decidir a los gobernantes: un marcado laicismo que es producto de la decisión individual de cada persona queja, por lo tanto, infundada. Como bien lo menciona Savater: ¿Acaso aún no han aprendido que la Iglesia es insaciable y se toma todas las concesiones sin agradecimiento por lo que se le da y con aire ofendido por lo que aún se le niega?

El artículo no tiene desperdicio y es importante leerlo y tener claro que los gobernantes NO deben gastarse el dinero de los contribuyentes en tratar de quedar bien con este o cualquier otro líder religioso. Si quieren sentirse a sus anchas, pues deben tener suficiente con los ingresos que reciben de sus fieles o seguidores, que no son pocos. Recordemos que el Estado NO produce, sino que todos los ingresos que recibe lo hace de los contribuyentes, por lo que tiene la obligación de responder por un gasto de calidad que represente un beneficio para la totalidad de los tributarios y no sólo a favor de un grupo religioso, sea este mayoritario o no.

2 comentarios:

Marco dijo...

Desde luego que no tiene desperdicio. Un gran artículo.
Saludos.

Daywalker dijo...

Tal cual dices en tu último párrafo, me hace recordar cuando hago crítica de ciertas actitudes: "la única manera de quedar mal, es queriendo quedar bien con todo el mundo..." =P